Iñaky el pajarito

El pene como parte del cuerpo es una región olvidada para la mayoría de los hombres, pese a la costumbre de estarse agarrando o tocando el pene al menos unas 25 veces al día, ya sea por micción, acomodo y comezón casual, pero de esos encuentros existe poco conocimiento anatómico y fisiológico de la herramienta y compartimientos.
Desde niños nos enseñan a lavarnos el ____ (use aquí el término utilizado por su madre para llamar al pene… yo ocuparé: “pajarito”) pero por amplia investigación de campo no todos reciben educación similar, fomentándose en su lugar el mal hábito de estarse tocando, acomodando, sobando a _____ (anote el apodo personal de su pene… yo escribiré Iñaky), siendo práctica usual y marcada de masculinidad en manada. Y entre estos amigos, no falta aquel que le da por saludar con palmada o golpe ligero al “Iñaky” de cada uno de los presentes.

Volviendo a la idea central, se nos olvida o nadie nos dice que al pene hay que cuidarlo, lavarlo, hidratarlo, oxigenarlo y tratarlo con la seriedad y atención que cualquier otra parte del cuerpo requiere. El aseo debe ser con jabón neutro y agua templada, de preferencia que dicho jabón tenga uso exclusivo de la zona, debido a que la piel del pene es delicada y expuesta a fricción continua y casi desde la primera erección que se generó. *por cierto... ¿Quién habrá inventado la masturbación? ¿Cómo se la habrá ocurrido?

Existen ungüentos adecuados para mantener el pene en óptimas condiciones de imagen y uso. Una opción excelente es la pomada de manzana, que aplicando una ligera capa permite una humectación que deja guapo a cualquier "Iñaky". Recuerden que nadie se ocupará de su pene mejor que usted mismo y por ello es importante cuidar, proteger, dar afecto y buen uso.

Créanme que nada enamora más que un pene con presentación y olor óptimo, pero no se les ocurra perfumarlo o echarle talco, usted simplemente use agua y jabón neutro, recorte el alfombrado para evitar concentraciones de olor y si es de los que suda en exceso, no dude en limpiarse con toallas húmedas previo a su presentación o uso. De igual forma, al terminar de exponerlo a ambientes hostiles o a su propia mano, no dude en limpiarlo, retirarle fluidos ajenos y propios, así como ventilarlo un poco.

Existen lamentables casos en donde un pene tiene cuello de tortuga en exceso o capucha por aquello de las mañanas frías y en estos casos, es importante cuidar la higiene, para evitar la producción de “requesón” que provoque repulsión o saludo de beso. No es común, pero sucede que hay penes alérgicos al látex, así que antes de colocar el traje de súper héroe, hagan una pequeña prueba de contacto. Explore su cuerpo con calma, véalo seguido y no ignore las comezones en exceso, ya que son señal de que algo anda mal.

Es de conocimiento general, que en el pene pueden evidenciarse enfermedades de transmisión sexual, por lo que antes de meterlo en orificio oral, vagina o anal, conviene revisar integridad y personalidad, lejos de las pruebas de talento y resistencia. Recomiendo que conozcan su propio pene e identifiquen las posibles anormalidades que puede presentarse (úlceras, verrugas, erosiones, manchas, secreciones). Y una vez iniciado su uso en relaciones sexuales, conviene que un especialista los revise y de monitoreo. Cabe señalar que es normal pequeños cúmulos de grasa abajo del glande.

Jugar con el pene permite conocerlo y saber la mejor forma en que nuestro cuerpo se sincronizará con él. Permite relajar la mente, da ciertas lecciones de velocidad y autocontrol, pero como cualquier exceso, si se convierte en vicio habrá que preocuparse. Pero lejos del abuso que perjudique a la salud, el consejo es que antes de meterse mano, hay que lavárselas para evitar la exposición a bacterias y mugre en general. La misma formula se debe ocupar, si alguien más decide ayudarlo. Si les darán una succionada, no olviden que en la boca existen otros microorganismos que pueden poner el riesgo a los implicados, por ello funciona que previamente se realice un enjuague o cepillado solamente con agua y sin mucha fricción, para evitar lesiones dentales que incrementen riesgos.


Por último recomiendo una revisión de testículos, para comparar la simetría (todos tenemos un tanate mas arriba que el otro) y que no existen indicios de tumoración o dolor. Lo recomendable es que se realice durante el baño con agua tibia, momento en que los aguacates cuelgan felices en la rama.

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