¿amor de mi vida o amor de mi día?

Tengo la teoría y a través de demasiadas historias contadas puedo aventurarme a decir que uno nunca esta con el amor de su vida, realmente dudo mucho que alguien lo este, aunque no descarto a aquellos individuos que rompan la regla, sin embargo he llegado a esa conclusión, así como aquella que consuela y dice: que no estamos tan alejados de ese amor, pues aprendimos qué es lo importante en una relación y eso nos permite mantenernos en otra nueva.

Tal vez gente de generaciones antecesoras a la mía, podrán asegurar que están con la persona indicada y por eso han durado tanto tiempo en esos matrimonios eternos, pero en muchos de esos caso también puedo asegurar que de inicio no sabían que esa era la persona y la decisión fue influida por otro tipo de conveniencias o peor aun, están con una persona que aman y quiere, más sin embargo no es el amor de su vida y por éste mismo ser a su lado, tal vez jamás conozcan a esa persona.

Podría empezar también definiendo lo que es el amor de nuestra vida y así ustedes en introspección antes de dormir, confesarse a si mismo si están con la persona que representa el amor de su vida o solo están con un excelente compañero de camino o de crianza. Por ello considero que el amor de nuestra vida es justo esa persona que nos movió más allá de nuestro sitio de confort y altero nuestro deseo (incluido el sexual), nuestras ideas y la forma de vivir la vida.

No vayan a andar por el camino fácil y piensen que un “crush” o un “amor platónico” puede ser justo esa persona, por que el amor de la vida es aquel que influyó en ustedes y viceversa, siendo una interacción no de 50-50, pero en definitiva existe ese intercambio de ideas, que en el caso personal, es mayor la del otro, convirtiéndolo en ese amor que sin planearlo, altero todo. Nos ayudó tal vez ha enfrentar algún miedo, a dar la cara en contextos desconocidos, a sembrar alguna semilla del conocimiento ideológico, cultural o cósmico y que nos alimentó con respirar a nuestro lado, con tomar nuestra mano o simplemente con esas tardes de silencio en donde las miradas lo eran todo.

Sin entrar en conflicto, ustedes pueden tener un amor de la vida y estar en estos momentos con el amor de sus días y suerte sería que fuera la misma persona, pero por lo general no es así. El amor de la vida normalmente parte de la nuestra y se lleva esa esencia que solo ambas personas entienden, dejando un lazo que ni el tiempo, ni el sexo, ni los hijos, ni las distancias, ni los éxitos mutuos o ajenos, lo borran. Tampoco es asunto de cortarse las venas y buscar estar con esta persona a toda costa, pues normalmente descubrimos que era el amor de la vida, cuando ya no esta contigo y comienzan a caerte todos los recuerdos, frases y fragmentos que se quedan grabados mejor que tatuaje permanente.


Aquí la invitación es para aquellos que aun no descubren quién es esa persona o que no se han percatado del impacto que están causando a otras personas al ir andando. Creo y por lo mismo, que debemos ser sumamente responsables, honestos, respetuosos, amables, coherentes y buenos amantes siempre con quien decidimos compartirnos, tal vez nos descubran y decidan no dejarnos ir… y no lo que me sucedió. Por otro lado, en el mejor de los casos, pueden estar con su mejor complice de vida y eso ya es ganancia.

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