Volumen 1. Iniciando camino

Mi infancia en los ochentas fue genial. Jugaba en la calle con los vecinos, aun con el rumor de los roba chicos. Salíamos en bici a recorrer la colonia. Teníamos juegos con reglas claras. Las discordias en ocasiones se arreglaban a golpes, pero el enojo se olvidaba pronto, al día siguiente volvíamos a jugar igual. Mi infancia se salvo de la música e imágenes que nos sexualizaran desde temprana edad. Sabíamos la diferencia entre niño y niña. No había planes de romance. No había urgencia por expresarse sexualmente entre nosotros. Aquel diferente, era limitado en algunos juegos pues “es chillón y no se aguanta, no sabe jugar”. He olvidado cuando descubrí que yo era diferente al resto. No recuerdo sentirme atraído por otro niño. Me sabía diferente al resto cuando había que jugar futbol y al no querer-saber jugarlo, me iba con una amiga a aventarle piedras a los camiones que pasaban sobre la avenida, para luego salir corriendo. No recuerdo haberme cuestionado mi sexualidad en ese entonc...